Desde que comenzó a gestarse la idea de impulsar un acuerdo que reúna a todos los gobernadores y a los referentes de los principales partidos políticos que actúan en el país, el Gobierno nacional buscó imprimirle al denominado “Pacto de Mayo” un carácter fundacional. Casi al nivel de lo que fueron las actas rubricadas durante la niñez y la preadolescencia del país.
Debido a la demora en la sanción de la “Ley Bases”, el “Pacto de Mayo” devino en “Pacto de Julio”, y la sede para la firma se corrió del la mediterránea provincia de Córdoba a la más densamente poblada del país, Tucumán. Entre el 8 y el 9 del mes que comienza hoy, el presidente, Javier Milei; el gobernador, Osvaldo Jaldo, y mandatarios de casi todas las provincias del país estamparán su firma al pie de un acta que enumerará una decena de políticas de Estado, elegidas por el líder de La Libertad Avanza.
Debido a la trascendencia que promete, el mitin recordará acaso el acontecimiento más importante de este tipo que se dio en Tucumán en lo que va del milenio y desde principios de los 90 del siglo pasado: hace exactamente 16 años -durante los días 30 de junio y 1 de julio de 2008- la provincia albergó la XXXVª Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur). Las cabezas del Gobierno de los países miembro bloque regresaban a estas tierras, 17 años después: el 9 de Julio de 1991 Tucumán había recibido a los entonces presidentes Carlos Menem, Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Andrés Rodríguez (Paraguay) y Jaime Paz Zamora (Bolivia). Este encuentro se había dado apenas tres meses y medio después de la firma del Tratado de Asunción, considerado el documento fundacional del Mercosur.
Los tiempos en que se realizó la XXXVª cumbre del bloque eran muy distintos a los actuales; en Sudamérica, en la Argentina y en Tucumán. La política continental estaba más recostada hacia la centro izquierda, liderada por los estilos diferentes de un Hugo Chávez de lengua siempre filosa y polémica, y de un Luiz Inácio “Lula” da Silva, más moderado, pero no menos empoderado, con un nivel de aceptación rayano con el 90% en el “Gigante sudamericano”.
En el país, el kirchnerismo promediaba uno de sus momentos más tensos: el fuerte conflicto con el campo, que se había generado a partir de la intención de la entonces presidenta, Cristina Fernández, de poner en vigencia retenciones móviles, y que se cerró con el voto “no positivo” en el Senado, del entonces vicepresidente Julio César Cobos. El accionar del radical abrió una herida insalvable en la cúpula del Gobierno que, sin embargo, Cristina Fernández supo pilotear con destreza, al punto de que tres años después resultó reelecta con el 54% de los votos.
Reelección de Alperovich
En nuestra provincia mandaba de manera inapelable José Alperovich, que apenas 10 meses atrás había obtenido la reelección con un abrumador 76% de los sufragios. Precisamente, ese presente y su relación con el Gobierno nacional motivaron que San Miguel de Tucumán, una ciudad que por entonces no contaba con un centro de convenciones siquiera aceptable, fuera elegida como sede de la cumbre del Mercosur, por sobre ciudades objetivamente más preparadas para este tipo de eventos, como Rosario, Córdoba o Mar del Plata.
De hecho, el entonces presidente de Bolivia Evo Morales debió bajar de su avión mediante una escalera de aluminio improvisada de urgencia, debido a que la escalera habitual no estaba disponible.
Pacto de Mayo: ¿compromiso real o “evento simbólico”?Además de Morales, de Chávez, de “Lula” y de Fernández en aquella ocasión vinieron a Tucumán los presientes Tabaré Vázquez (Uruguay), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay; Fernando Lugo había ganado las elecciones, pero debía asumir recién a mediados de agosto de se año), y Michelle Bachelet (Chile). A estos se sumaron gruesas comitivas de cada uno de esos países; funcionarios de Ecuador, de Perú, de México y de Colombia -entre otros de Asia y de África-, y gobernadores de algunas provincias de la Argentina.
Pero no solo representantes de la política recorrieron Tucumán durante aquellos días. Mercedes Sosa, por ejemplo, cantó en la cena de bienvenida que la Provincia ofreció a los visitantes, en el salón blanco de la Casa de Gobierno. Y para jugar al fútbol con Morales, en Famaillá, vinieron los ex futbolistas Ricardo Bochini, Ubaldo Fillol, Ariel Ortega, Esteban Pogani, Alfredo Graciani y Carlos Enrique, entre otros. También se había calzado los botines aquella tarde el folcorista Carlos “Peteco” Carabajal.
Conclusiones
El contenido de los documentos finales a los que arribó la XXXVª Cumbre del Mercosur abarcó las conclusiones parciales a que fueron arribando las distintas reuniones concretadas previamente al mitin de mandatarios por temas específicos o sectoriales.
Entre las resoluciones más importantes figuraba el aval para que la simple utilización de los documentos de identidad internos de cada país sirva para viajar por todos los países miembro o asociados del Mercosur. Es decir, se eliminó la exigencia del pasaporte.
Entre las cuestiones políticas más salpimentadas figuró el repudio a la “Directiva de Retorno” de la Unión Europea. La norma, sancionada un tiempo antes, disponía un régimen de detención y de expulsión de inmigrantes ilegales.